Lo cierto es que las terapias alternativas no pretenden ni oponerse ni desplazar a la medicina oficial. Por el contrario permiten complementar y enriquecer la terapéutica oficial, incorporando métodos de comprobada eficacia y de gran utilidad
social, en una importante área de la salud que todavía la medicina oficial no cubre.
De ahí que la expresión " terapias complementarias ", aunque menos utilizada parece ser más exacta que " terapias alternativas ", que sugiere la supuesta necesidad de optar por alguno de dichos sistemas de salud, cuando se pueden combinar ambos y fortalecer los tratamientos.
En cuanto a su validez científica, las terapias complementarias están establecidas sobre bases experimentales sólidas, y de comprobación sistemática por parte de la población, de resultados positivos evidentes, a través de miles de años de práctica en algunos casos.
Los profesionales de la salud que se han decidido a utilizarlas se han dado cuenta que con estos sistemas naturales de salud, es perfectamente posible aplicar también el método científico recurriendo a la observación, el análisis, la comparación, la experimentación, la inducción, etcétera, al igual que en el campo de la medicina oficial.